La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa producida por el parásito toxoplasma gondii. En la mayoría de casos y en condiciones normales, esta infección es inofensiva y se presenta sin síntomas, por lo que resulta difícil determinar si se ha contraído o no.
Sin embargo, en el embarazo la toxoplasmosis sí que entraña riesgos, por lo que es importante asegurarse de si somos inmunes o de si la hemos contraído. Para ello, consulta con tu médico y pide que te realicen una prueba de sangre, que detectará si eres inmune a la infección.
En cualquier caso, si estás embarazada debes extremar las precauciones y tomar las medidas de higiene necesarias para evitar contraer toxoplasmosis:
- No tomes carnes crudas.
- Lava siempre las verduras y frutas antes de consumir.
- Si tienes gato, evita el contacto con sus heces, ponte guantes cuando vayas a limpiar su cajón, y lávate las manos tras cada contacto.