Si tienes poco líquido amniótico lo primero que hará tu médico será hacerte un seguimiento riguroso para asegurarse de que tu bebé está creciendo de manera correcta. Sin embargo, si estás cerca de la fecha de parto, te inducirán el parto.
Sea como sea, tu médico te controlará a través de ecografías y cardiotocografías en reposo, además de posibles estudios de Doppler.
Tu médico te recomendará beber mucho líquido, contar las patadas del bebé y que lo avises si lo notas menos activo.
Durante el parto, es posible que el médico pase una sonda flexible a través del cuello uterino para bombear una cantidad constante de solución salina tibia hacia el saco amniótico para reducir el riesgo de compresión del cordón. Si esto pone en riesgo al bebé, se te recomendará hacer una cesárea.