Tu bebé puede comer carne a partir de los 7 meses de edad, sobre todo si ya come bien cereales y frutas. Puedes empezar con purés de carne de pollo y ternera e incorporar carne sólida cuando le crezcan los dientes y aprenda a masticar. El pollo es mucho más fácil de digerir y debes servirlo hervido, sin piel ni grasas.
La carne aportará a tu bebé proteínas de buena calidad, vitamina B y minerales como el hierro. Los expertos recomiendan servir una cantidad de carne no superior a los 15 gramos y aumentar las raciones progresivamente hasta los 50-60 gramos al final del primer año.
Debes evitar carnes con más grasas, como las de cerdo y cordero, al menos hasta los 12 meses. Recuerda no forzar a tu bebé con su nueva alimentación y consulta al pediatra para resolver cualquier duda que tengas.