La inducción al parto se produce cuando el parto no se inicia de manera espontánea o es necesario adelantarlo por alguna razón.
Se trata de un conjunto de procedimientos que provocan contracciones uterinas de manera artificial para que el bebé pueda nacer. Esta inducción al parto se recomienda cuando son mayores las ventajas de hacer nacer al bebé que los beneficios potenciales de que continúe la gestación.
Para saber si la inducción al parto funcionará se utilizada el Test de Bishop, que considera 5 factores para determinar el éxito o fracaso de la inducción: la dilatación, el acortamiento, la consistencia y posición del cuello uterino y el grado de encaje que presenta la cabeza fetal.
Una vez tu médico decida que la inducción al parto es adecuada para ti, te ingresarán en el hospital y posteriormente comenzará la inducción al parto. Si todo marcha bien, el parto será por vía vaginal, pero si no consigues dilatar lo suficiente, se realizará una cesárea abdominal.
Para saber en qué consiste el proceso de inducción al parto, continúa leyendo.