Durante el primer trimestre lo más llamativo es la ausencia de menstruación, que suele ir acompañada de molestias en la pelvis y un aumento de las secreciones vaginales.
Además, te sentirás más cansada y tendrás más sueño de lo normal. Pero también es posible que sufras mareos y vómitos al levantarte por las mañanas.
Estos síntomas se deben a cambios metabólicos y hormonales que está experimentando tu cuerpo, especialmente la concentración de la hormona HCG, que segrega estrógenos y progesterona al inicio del embarazo.
También sentirás mayor necesidad de orinar y un aumento de los pechos, así como mayor sensibilidad y un oscurecimiento de pezones y areolas.
También se suele aumentar entre 1 y 2 kilos de peso debido al feto, la placenta, aumento de volumen de sangre y líquido amniótico.