Es normal que se produzcan reacciones después de administrar cualquier tipo de vacuna a tu bebé (un poco de fiebre, malestar, hinchazón o enrojecimiento de la zona de la inyección, etc.). No obstante, cada bebé es diferente y cada uno reacciona de una manera ante las vacunas.
Los principales efectos secundarios o reacciones que pueden tener las vacunas sobre tu bebé son: unas décimas de fiebre, hinchazón y dolor en la zona de la inyección, sarpullidos leves, vómitos y diarrea, infección en el oído y mucosidad.
Es importante que observes a tu bebé después de las vacunas y que acudas al pediatra si los efectos secundarios se agravan.