Si bebes mucho líquido, tu barriga no tiene por qué aumentar, por eso, lo ideal es que cada mujer beba el líquido que necesite para evitar una deshidratación, algo muy perjudicial para la salud tanto de la madre, como del bebé.
Sin embargo, no hay que obsesionarse con beber mucho líquido, pues el exceso de agua puede dar lugar a una retención de líquidos, lo que puede acabar generando dolor, hormigueo y cansancio. En caso de que esto ocurra, será necesario un masaje linfático para hacer desaparecer el dolor.
También se piensa que aumentará la cantidad de líquido amniótico del bebé. Esto también es totalmente falso, ya que la cantidad de líquido amniótico no depende de la cantidad de agua que ingiera la futura madre.